La
introducción de las TIC en los procesos de trabajo supone la imperiosa
necesidad de manejar dichas tecnologías
para acceder a la información, pero el traductor debe también dominar el uso de la información para ser competente en
el mercado.
La
tecnología ha influido en el quehacer de la traducción en distintas
dimensiones. En primer lugar, han surgido nuevas
áreas de actividad, como por ejemplo los proyectos de localización,
nuevas maneras de trabajar, nuevas especialidades y, por lo tanto, nuevas
necesidades.
En
segundo lugar, la facilidad de difusión de
información a través de Internet ha favorecido la proliferación de
recursos y fuentes de información habitualmente utilizadas por los traductores
(glosarios, diccionarios, bancos de datos terminológicos, etc.).
En
tercer lugar, la introducción de distintas
herramientas, como los programas de ayuda a la traducción o las
memorias de traducción, han facilitado los procesos de traducción.
Asimismo,
es muy importante que el traductor disponga de una formación que le permita
saber cómo obtener dicha información, evaluar su fiabilidad o adoptar
estrategias que le permitan usarla de forma efectiva.
El
concepto de competencia traductora (CT)
se entiende como el conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes que
capacitan al traductor para el desempeño óptimo de su actividad profesional.
Algunas
de las competencias que componen la CT son:
- Competencia comunicativa: El traductor debe consultar información de carácter lingüístico tanto para comprender la lengua de partida, como para producir la lengua de llegada.
- Competencia extralingüística: Es indispensable adquirir conocimientos sobre ámbitos temáticos particulares o sobre condiciones sociales y culturales concretas.
- Competencia profesional: Es importante capacitarse, disponer de información relacionada con el ejercicio de la profesión y mantenerse al día sobre nuevas herramientas o eventos.
Además,
el traductor necesita desarrollar la competencia informacional que le sea útil
como estrategia de apoyo para la realización de las anteriores.
La
competencia informacional abarca
procesos de pensamiento y habilidades interpersonales e implica distintas áreas
de aprendizaje que capacitan a una persona para saber cuándo necesita
información, identificar su naturaleza, evaluar de forma crítica la información
y utilizarla de forma ética y legal.
Fuente: Ortoll Espinet, Eva: Competencia
informacional para la actividad traductora. [Consultado en línea: http://www.fti.uab.es/tradumatica/revista/num2/articles/01/central.htm]
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